Desde tiempos prehispánicos los
mercados en México van más allá de ser lugares puramente comerciales, son
también sitios de convivencia, intercambio y fiesta de sabores, colores,
aromas… incluso el barullo de la gente con sus pregones se convierte en una fiesta
para los sentidos. ¿Quién no ha escuchado alguna vez el “pásele marchanta”? En los mercados se entretejen historias que llegan a nosotros gracias a la
historia; ejemplo de ello es el majestuoso mercado de Tlatelolco que maravilló
a los españoles por su orden y colorido, y a través del tiempo y a pese a la modernidad,
subsisten varios de ellos, ya sea por su tamaño, por la excentricidad de sus
productos o por su fama.
Cuando viajamos, siempre buscamos el mercadito local
para disfrutar de la comida de la región o simplemente, para conocer sus
productos. En varios de ellos, aún se lleva a cabo el sistema de trueque
(intercambio). Desafortunadamente, los supermercados día a día van ganando
terreno, pero en nosotros está no dejar morir esos lugares tan enigmáticos,
encantadores y llenos de magia. Así que ¡páaaaaaaaaaaseleeeeeee! Y sigamos
disfrutando de ellos.
Algunos de los más interesantes son: El Mercado de Sonora
en el D.F. (artículos esotéricos, cerámica, animales), el Mercado de la Merced
en el D.F. (dulces, comestibles de todo el país, ropa), el Mercado de Mariscos
en Ensenada, el Mercado Juárez de Oaxaca y el Mercado Hidalgo en Guanajuato.
En ambientemexicano.com podrás encontrar varios artículos típicos que se ofrecen en los mercaditos tradicionales. ¡Conoce nuestros productos que son ideales para cualquier evento social, empresarial o simplemente para disfrutar de ellos, por ejemplo estos:
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