Si te asustaron de pequeño las historias de miedo que contaban los
abuelos… quizá no hayas olvidado aquéllas que hablaban de la aparición de
pequeños hombrecillos que hacían travesuras en las casas; y tenían predilección
por molestar a los niños pequeños…
Prácticamente, en todo nuestro México circulan leyendas en torno a los
duendes; ésos seres de estatura como de un niño (alrededor de un metro) … que
si salen en las carreteras, que si esconden las cosas, que si se aprarecen por las
noches… pero son muy famosos los que “viven” en la península de Yucatán.
Sí, nos referimos en ésta ocasión a los aluxes, es el plural en lengua
maya de aluxoób (duende o espíritu), y dicen los que los han visto que usan
vestimenta a la usanza maya, y de apariencia “normal” pero en miniatura.
Supuestamente, son invisibles pero les gusta espantar a los humanos, y viven en
los cenotes y grutas.
También hay relatos que aseguran que si los campesinos construyen una
casita para ellos, les ayudarán a que se logren sus cultivos por medio de
lluvias, y espantando a los animales y vigilando los campos, pero si al cabo de
7 años no cierra la casa, el aluxe enloquece y se comporta de manera agresiva.
Sea o no verdad, a mí no me gustaría toparme con uno de ellos… ¿a
ustedes sí? Foto: productions
Si te sale un aluxe por el camino, dile que tú mataste al ocelote para obtener la piel de tu pulsera. ¡Saldrá huyendo!
Usando un collar con dije en piedra labrada, los duendecillos pensarán que es tu protección. ¡Ahuyéntalos!
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