Ya te platicamos
del procedimiento para elaborar esta agüita que ataranta, como diría Pedro
Infante, pero también hay algo que debemos tomar en cuenta a la hora de elegir
un tequilita (además de la marca), o el lugar donde nos echaremos un buen alipus...¡Pues sí! Hay más de un tipo de tequila, esto dependiendo de su
proceso de destilación y rectificación del agave.
¿Listos? Tomen
nota:
· TEQUILA BLANCO: Es transparente
y “recién salido” de la destilación. Ojo: es el más pegador.
· ORO O JOVEN: Es una mezcla de
tequilas blancos y añejos o reposados. Su color se debe a que se le agrega un
poco de caramelo.
· REPOSADO: Es tequila blanco que
ha pasado por lo menos dos meses en barricas de encino o roble, pero su sabor
es más suave que el blanco.
· AÑEJO: Pasa por lo menos un año
madurando en las barricas, su color es más oscuro y también puede ser una
mezcla de otros añejos.
· AÑEJOS EXTRA: Madura al menos
tres años en barricas no mayores de 600 litros. Su sabor es el más suave de
todos.
¿Quién lo diría? este es un punto que, al menos yo... no había considerado, pero ahora que lo sé... tendré más cuidado al seleccionar un buen tequilita, porque, como dice el dicho: "no todos son iguales". ¡SALUD!
¿Eres de los que les gusta ver estrellitas? Si te tomas un buen tequila, tal vez no sean a color, pero mejor prueba éste lindo caleidoscopio, las imágenes son más nítidas.
Tengas o no unos tequilitas encima, ¿porqué no animar tu propia fiesta? házlo posible con ésta linda matraca mexicana
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