martes, 3 de junio de 2014

ERASE UNA VEZ UNA LAGUNA CUANDO ERA CHIQUILLA….

 
 
Muchos de nuestros amigos han visitado alguna vez el famoso mercado de “La Lagunilla”, donde podemos encontrar prácticamente ¡de todo!: chacharitas, antigüedades, muebles, ropa, artículos raros, etcétera.
Tan afamado lugar ha sido incluso lugar donde se grabaron escenas o películas en la época del cine mexicano denominado como “de ficheras”, en rojajes como “Lagunilla mi barrio” con los actores Leticia Perdigòn y Rafael Inclàn; pero… ¿saben ustedes porquè este lugar tiene tan curioso nombre?
 
Cuentan los documentos históricos, que en tiempos anteriores a la conquista de Mèxico, una entrada de aguas formaba un cìrculo de agua, una especie de laguneta, en donde se asentaron los barrios de Nonoalco, Acozac, Atezquepan y Tolquechiuca. Luego de caer la gran Tenochtitlàn, se mandò a hacer la traza y levantamiento de la naciente Ciudad de Mèxico sobre los barrios existentes, quedando fuera de los planos la “Lagunilla”, ya que se separò el área de los indígenas y los españoles.
 
Pues bien, al cabo de muchos años, las aguas se transformaron en tierras cenegosas. Luego de las Leyes de Reforma, y a pesar de la apertura de calles nuevas, la “Lagunilla” continuò siendo un barrio sucio y miserable, aunque ya para 1872 solamente quedaban la Plazuela y la calle de la Lagunilla. Este lugar, fue poblándose cada vez màs, al nacer colonias como la Guerrero y Santa Ma. La Ribera, por lo que en 1912 se construyeron nuevos mercados para abastecer a la población, aunque claro, el comercio informal se hizo presente, y el lugar se llenò de puestecillos de madera, làmina, o hasta tendidos en el suelo,  haciendo imposible el trànsito vehicular.  Fuè a mediados de los años 50’s del siglo pasado que se construyò el Nuevo Mercado de Santa Catarina, o el de La Lagunilla.
 

Pese a todo, creo que tiene mucho màs sabor (eso sì, con las debidas precauciones) el dar la vuelta en un mercadito ambulante, o sea, un buen tianguis, para encontrar lo que no buscábamos y regatear el precio con el marchante. Le da un aire nostálgico a nuestro antiquísimo tianguis de Tlatelolco, ¿no creen ustedes?. Foto: news.urban.360.com
 



Morral de algodón imitación lana
 
Con este coqueto morral de lana, todos los marchantes te van a envidiar, es ideal para guardar cuanta cucherìa compres en el Mercado de la Lagunilla.
 
 
 

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